Los anillos son, ¿cómo decirlo? ... maravillosos. Se ciñen a nuestros dedos y nos dan un aire seductor. Levantamos la mano y ahí está. Lo miras y recuerdas aquel momento.... Es perfecto.
El anillo surge con las primeras culturas metalúrgicas. España fue privilegiada con un subsuelo rico en metales (oro, plata, cobre, estaño...) y desde el siglo VII a.C. atrajo a numerosos pueblos del Mediterráneo, que poseían una técnica muy depurada.
El tiempo ha pasado pero aquella herencia continúa. Así son ahora los anillos......